No muchos tienen la suerte de bucear en uno de los mejores pecios del Mediterráneo en una de sus primeras inmersiones tras su certificación. Eso es lo que han hecho nuestros diez jovencísimos buzos.
En la primera inmersión han contemplado un arrecife con sargos, doradas, castañuelas, gusanos de fuego y algún pulpo.
En la segunda les hemos sorprendido con el "Rozzi", un fantástico remolcador a 40 m de profundidad. Que nadie se asuste, ellos no han rebasado los 20 m legales que permite su titulación.
Los instructores han tenido la gentileza de liberarnos de nuestra responsabilidad a los dos buzos de apoyo que, durante unos minutos, hemos bajado al interior del pecio. Confieso que ha sido una de las mejores inmersiones de toda mi vida que, junto con la satisfacción de ver como progresan estos chavales y sus caras de felicidad, me han hecho enormemente feliz.
Por la tarde, reunión con el grupo de inglés que, por si fuera poco, dicen sentirse muy satisfechos en sus clases.
Segunda visita a La Valeta para seguir hablando de la Orden de San Juan, de Napoleón, de los ingleses...
Mañana dicen que va a ser otro gran día, pero creo que va a ser muy difícil superar el de hoy.
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